Mandarinas

De las frutas, la que menos gracia me hace son las mandarinas, pero creo que a partir de ahora se convertirán lo que para Proust era una magdalena goteando té, con las gotas de té por la barba, té en su lengua, té en las papilas, té en los bigotes, té en las canas de sus bigotes. Las pupilas dilatadas, chutazo... ya saben. 

Igual no era una magdalena bañada en té.
 

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