El sueño del mono loco
No es que no dijeras nada
antes de desaparecer
aunque
tampoco es que
tuvieras que hacerlo, claro.
Es más... el accidente de no poder
compartir aquellas noches en las que
no discernía el fuego de tus pupilas
con el témpano helado de tu pecho
antes de desaparecer
aunque
tampoco es que
tuvieras que hacerlo, claro.
Es más... el accidente de no poder
compartir aquellas noches en las que
no discernía el fuego de tus pupilas
con el témpano helado de tu pecho
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