After hours (¡Jo, qué noche!)

Me obligo a escribir algo cada noche.
Normalmente es de calidad paupérrima,
un puto desastre, una cagada, vaya.

Me esfuerzo, en esa obligación, un poco:
escribo y corrijo. Corrijo. Corrijo. Borro.
Borro. Un poco más. Ya está.
Todo borrado.

Al fin y al cabo, ¿qué puedo hacer
mientras tomo un café?